Disminuición de autoestima.

Me siento gorda. A veces pienso que si me arreglo un poco y si sonrío y miro siempre desde el mismo perfil hará que parezca otra persona y posiblemente engañe algo que no soy, me sume belleza extra. Me miro al espejo y me veo fea. No soy una de esas chicas guapas, de ojos claros y cabellos dorados que salen en cualquier portada de revista o que anuncian un perfume parisino. Quisiera ser como ellas, pero viviría con demasiado ego dentro de mi. Quisiera tener un cuerpo perfecto, como si de figura griega se tratara, marcado milímetro a milímetro.
Soy una chica de estatura normal, la gran mayoría son más altas que yo. Mi cara pasa desapercibida y mi cuerpo va a conjunto.

Sueño con ser la pareja de anuncio de ese chico magnífico que anuncia y presume de llevar el mejor perfume parisino sobre su piel y su torso mojado al Sol. Sueño con protagonizar portadas de revista y que la gente se fije en mi, y que de algún modo pueda sentir que importo de verdad, aunque sea tan solo por el físico. Suena mal lo sé, pero cuando no tienes autoestima hasta lo menos importante te parece un gran mundo.
Ahora bien, no quiero empezar hablar de mi yo interior, pero sé que acabaré hablando. Tengo demasiadas cosas que contar, pero a la vez casi ninguna.

Me considero una chica con demasiados problemas siempre, soy demasiado tonta, yo sola me los busco. Parece que si no tengo un problema por el cual preocuparme, no soy yo.

Ahora este, uno más por el cual sentirme un poco más egoísta, dejar de lado a la gente que realmente me necesita y pensar otra vez en singular, en vez de un plural que suena mejor.

No puedo tener todo lo que quiero, y lo que tengo no sé si lo quiero tener o no. A veces las cosas son momentos de novedad, espero que este sea así, sino me tendría que empezar a preocupar. No quiero pasarlo mal, aunque a veces yo sola me busco mi propia ruina. Quiero lo esencial, lo vitalicio para sentirme agusto conmigo misma que es algo bastante importante para mí..

Una maraña de hilos y yo ahora mismo somos practicamente dos gotas de agua. Quiero dejar de sentir lo que siento, pero a la vez no quiero dejar de sentirlo, puede llegar a ser bonito o puede convertirse en una gran pesadilla.

Ni esto me sirve para calmar mi sensación, esta vez no, no me ha servido redactar mis pensamientos para irme a la cama más tranquila y poder descansar. Esta vez tendré que dejar de dormir, si quiero seguir mi camino sin daño a caerme por cualquier obstaculo que se interponga en él.